Dr. Benjamin Fernandez Bogado
Hemos podido comprobar la peor de las sospechas: nadie puede estar seguro ni confiar en su justicia. La que tenemos está en abierto contubernio con la peor de las manifestaciones políticas y juntas, están acabando con lo poco que queda de democracia. Como miembros de la sociedad civil nos duele que el paso hacia un estado de Derecho donde la previsibilidad junto con el carácter ético y jurídica puedan construir una sociedad mas equitativa y justa, esté muy lejos de las posibilidades reales de concretarse con estos hechos.
El escandaloso trapicheo de intereses que se mueven en torno a varios casos judiciales solo consigue desmoralizar a quienes creemos que la democracia se construye con comportamiento ejemplares y no con abiertas muestras de decadencia moral y claro sesgo delincuencial.
Estamos a horas de una nueva convocatoria cívica y este es un llamado poderoso para que el soberano decida demostrar su verdadero repudio hacia quienes no son dignos de construir una democracia cierta, previsible y ética.
El Paraguay convoca a sus mejores. No es posible que un escándalo sepulte a otro escándalo y que padezcamos una democracia de injusticias, inequidades y complicidades entre jueces, fiscales y políticos mal nacidos.
El Paraguay requiere sacudirse de sus lastres. Se debe demostrar con claridad que la sociedad decente es mayoría y que reprueba estas conductas. Pretender involucrar a todos solo busca distribuir culpabilidades cuando en verdad el acto mismo en cualquiera de sus grados debería ser sujeto de repudio, investigación y sanción.
No nos merecemos vivir en un remedo de Estado de Derecho. Este país no soporta mas tanta inmundicia y reprobamos estas acciones que manchan la dificilmente conseguida democracia paraguaya.
Esperamos que estos actos escandalosos no se queden en anécdotas coyunturales sino que se transformen en actos concretos de rebeldía ciudadanía y acciones ejemplares desde las instituciones encargadas de sancionar estas inconductas.
Como Grupo Impulsor de Acceso a la información Publica (GIAI)repudiamos estos hechos pero pedimos reprobación ciudadana y castigos ejemplares para evitar que este escandalo sea sepultado en el olvido por otro igual.
El pais requiere rectificar rumbos ante la posibilidad que la democracia agonice por complicidad, venalidad y apatía.