Escuchamos siempre que en el pasado éramos diferentes y que hasta la dignidad estaba presente en cualquier decisión.
Me pareció propicio plantear el concepto de cultura desde la perspectiva de nuestra matriz cultura paraguaya en estos 30 años que recordamos la democracia.
Para contextualizar, la cultura es todo complejo que incluye el conocimiento, el arte, las creencias, la ley, la moral, las costumbres y todos los hábitos y habilidades adquiridos por el hombre no sólo en la familia, sino también al ser parte de una sociedad como miembro que es.
Habiendo recordado el concepto y ver cuán trastocados están esos elementos que conforma la definición, reflexiono si “así nomás” es nuestra matriz cultural real, que en época de la dictadura estaba reprimida y ahora en estos 30 años de libertades afloro lo que realmente somos como sociedad.
Muchas veces escuche decir que el ser paraguayo representa la honestidad, la integridad, la solidaridad, el respeto, la justicia, la honradez y tantos otros valores que bastaba con la promesa expresada en palabras para que eso se cumpliera a como dé lugar. ¿Eso somos los paraguayos? o en realidad sacamos a la luz nuestra real identidad y es lo opuesto a lo citado.
Hace algunas semanas hacía mención de Los 7 valores fundamentales en una democracia que eran: Libertad, Igualdad, Justicia, Respeto, Participación, Pluralismo y Tolerancia. Por los hechos definitivamente no hemos podido rescatar, si alguna vez lo tuvimos, estos valores en estos 30 años, que al parecer los anti-valores están ganando.
En el año 2013 el Dr. Fernández Bogado hacía referencia, en un escrito, diciendo lo siguiente: “En nuestra matriz cultural negativa vive un exacerbado concepto de la envidia, la desconfianza y el descrédito al otro…”. Cuando empecemos a poner en práctica esos elementos que nos hacen mejores y ganar la confianza en uno y en los otros, definitivamente caerá al piso el concepto de la incultura.
