LA TRANSPARENCIA NO ES UN DISCURSO. ¿Cuán transparente son las oficinas públicas al culminar el periodo de Horacio Cartes? ¿han hecho las tareas los administradores que se fueron para que el acceso a la información pública se traduzca en una eficaz y eficiente respuesta a cualquier ciudadano que demande información?
La ley 5282/14 ha sido la niña bonita en todos los discursos que hemos escuchado incansablemente por parte de los representantes de tres poderes del estado estos 4 años. También hemos escuchado la ponderación de esta política pública por parte de las cooperantes, que han destinado muchos recursos y han resaltado como una “buena tarea”, que sí, es cierto, ha empezado a poner los primeros cimientos hacia la transparencia.
Algo se ha hecho, pero no ha sido suficiente. Todavía la resistencia es real y en muchos casos se hace poco o casi nada para que se fortalezcan las oficinas de acceso a la información. Cuentan con posibilidades presupuestarias, pero se resisten a darle prioridad. Mucho menos se puede esperar de municipios que ven tan lejana la obligación de brindar este derecho a los ciudadanos.
Necesitamos que la agenda la de la transparencia siga fortaleciéndose, pero no solo en discursos y en estadísticas que solo quedan en lindas presentaciones. Es necesario que el próximo periodo que se inicia, podamos empezar a construir por primera vez, en esta larga transición democrática, la verdadera confianza en nuestras instituciones y que los presidentes de los tres poderes del estado, entiendan que deberán priorizar con presupuestos, y profesionales calificados que les ayuden a traducir el discurso, tan gastado en estos tiempos, en una realidad que se sienta una verdad.
La cultura de la trasparencia llego para quedarse y cuanto más rápido, los que deciden tomar la responsabilidad de ejercer un cargo público lo entiendan será de vital importancia para que un nuevo país se consolide en beneficio de todos los que habitamos la República.
¡Por un Paraguay, con más trasparencia!
Fuente: 5Dias
